domingo, 6 de febrero de 2011

Adelgazar con chocolate.

Esto de los exámenes me ha hecho preguntarme ¿qué es la felicidad? si es plena o momentánea, si el dinero aporta felicidad, si lo que quieres y consigues da felicidad, si este estado es momentáneo o quizás sólo la consigas un tiempo limitado, tal vez hasta que tengas una nueva meta.

He buscado felicidad en google y aparece: "es un estado de ánimo que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada y buena. Tal estado propicia paz interior, un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que estimula a conquistar nuevas metas. Es definida como una condición interna de satisfacción y alegría." (Wikipedia)

O sea, dice "cuando cree", por tanto, es subjetiva, mi felicidad no es tu felicidad, ni la suya, ni la de ellos, ni la de nadie.

Quizás no esté de acuerdo en lo de "meta buena", podemos pensar que lo deseable de la meta es que sea buena, pero buena para quién, será para quien se la proponga, ¿no? Hay metas antimorales, ilegales y otras que engordan, como comer bollería industrial, aunque también aportan placer (obviemos el remordimiento).

Lo que sí tengo claro es que es positivo. Algo bueno y favorable para mi persona.

Pero ahora tengo otra duda, leí en psicología social que el dinero no da la felicidad, que estaba demostrado que no, que eso sólo lo creíamos los pertenecientes a las clases medias y bajas, pero los multimillonarios no atribuían el dinero a la felicidad. Pues tenían mucho dinero pero el corazón en bancarrota. Aunque a mí, ya lo digo, ser rica me posibilitaría plantearme otras metas, como comprarme toda la ropa que quiero sin dar la vuelta a la etiqueta para ver "cómo se llama". También viajaría por todo el mundo, y realizaría buenas acciones. Sería, lo que viene siendo Feliz, con mayúsculas. ¡Qué materialista! pensarán algunos, lo siento, siento haber nacido en un país capitalista y siento que comprar ropa y viajar me aporte felicidad, ya se ha dicho ¡es subjetiva!

Autorrealizarse, sentir placer, ser autosuficiente. Estas eran las tres premisas que en Grecia relacionaban con la felicidad. Yo quizás añadiría comer chocolate, pero con un pequeño inciso, el de no engordar. Eso sería la felicidad plena. Rectifico, sería felicidad plena que el chocolate adelgazase. Eso es. Me imagino todo el mundo comprando tabletas y tabletas de chocolate en tiempos difíles, como después de Navidad, o en la operación bikini,...

Quizás no sepa contestar qué es la felicidad, pero podría intuir cuál es mi felicidad, aunque esta difiera por momentos.

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