miércoles, 3 de noviembre de 2010

Y sin a penas darme cuenta, termino una carrera.

Siempre soñé con ser periodista, incluso cuando los pequeños afirman que desearían ser actores y cantantes, yo quería ser periodista. Actualmente estoy en él último año de mi carrera y esta no es precisamente periodismo...

Me quitaron las ganas de estudiar esa carrera, me dijeron que no habría salidas ni puestos para mí, así que decidí matricularme en una licenciatura conjunta: Derecho + Ciencias Políticas. En Abril decidí que aquello no era lo mío, no fue un buen año.

Pero bueno, por fin, y afrontándolo con alegría y ganas de aprender llegó Septiembre, y con ello el comienzo del curso, conocí a gente agradable y simpática y me llevaba bien con ellas, estaba agusto en mi nuevo contexto. Tanto que, actualmente, tengo amigos aquí.
Fue pasando el tiempo y aprendí a valorar a las personas por lo que son, tengo menos prejuicios que antes y mucho más interés por escuchar e intentar resolver problemas, estoy más cerca de ser una persona empática y todo me lo ha dado el Trabajo Social. Dentro de pocos días comienzo mis prácticas en Cáritas, en el centro de puertas abiertas y espero tener una experiencia inigualable y aprender como nunca lo hice. Aún mi futuro es incierto, pero gracias a mis estudios aprendí algo que puedo expresar con un cuento:

"Un pescador estaba en la orilla del mar realizando su labor cuando vio a una niña que recogía estrellas de mar de la arena y las devolvía al agua. El hombre, al observar que había kilómetros y kilómetros de playa llenos de estrellas de mar, se acercó a la niña y le preguntó:
-Pequeña, ¿no ves que hay muchas estrellas y que es inútil lo que haces?
La niña respondió:
-Señor, la marea esta baja y el sol brilla muy fuerte, si no hago esto, las estrellas morirán.
- Pero a ver chica, hay miles de estrellas, ¡no podrás salvarlas a todas!- exclamó el pescador.
- Lo sé.- y cogiendo la última estrella y lanzándola al mar, sonrió y dijo: - pero al menos ésta, vivirá."